jueves, 27 de septiembre de 2007

UN ARTE ANCESTRAL

La edad no es lo único importante en un bonsai. Lo que realmente lo revaloriza es su forma, fruto de una realización artística. La sencillez y claridad en su definición son las virtudes más importantes.
Las formas que aparecen en los bonsai no deben ser meros caprichos del autor, sino que han de responder a un estudio concienzudo de la relación tamaño- forma.
Detrás de esas figuras más o menos naturales se encierran el espíritu del arte y la filosofía japonesa. La experiencia y la observación de la naturaleza, junto con la paciencia, son lazos muy importantes a la hora de plasmar la obra de arte en el bonsai. En los bonsai no existe manipulación genética, sino simplemente un modelo lento y consciente en manos del hombre.

PEQUEÑA RESEÑA HISTORICA

Aun que no existe una data exacta, el cultivo del bonsai se remonta a china tradicional. Cultura encargada, inicialmente, de recrear paisajes y especies. Verdaderas culturas pequeñas se fueron incorporando al interior de la casa, en terrazas y jardines importantes, como quien luce una joya en un entorno natural.
Los chinos también consideraron el bonsai desde un punto de vista medicinal, ya que en pequeñas macetas trasplantaban árboles enanos, de grandes propiedades curativas, que anteriormente estaban ubicados en terrenos de difícil acceso: precipicios, laderas, quebradas.
Los japoneses, por su parte, fueron los encargados de transformar la técnica denominada Pinjing, que consiste en el desarrollo del bonsai natural, a otra técnica que incorpora poda y tratamientos más artificiales. Antecedentes históricos revelan que las primeras prácticas se habrían iniciado dos mil años a. de c., lo que se ilustra en pinturas y documentos heredados de la cultura oriental donde el bonsai forma parte de paisajes y fantasías. Aunque no fue elemento de culto, al alto valor estético y ornamental que le atribuyeron los orientales se grafica en los espacios importantes donde se ubicó.
En occidente se le vio por primera vez en Paris, en 1898. Otra exposición en Londres en 1909 donde algunos ejemplares causaron sensación. La idea de tener un ser vivo que mezcla armoniosamente edad con pequeñez resultó fascinante para todos.
Sin embargo los japoneses explican que no había que darle tanto énfasis a la edad del árbol, porque lo más importante acerca de los bonsai era su belleza.
Lejos de ser una expresión meramente estética, el bonsai nació como expresión de una voluntad de armonía entre cielo y tierra, hombre y naturaleza: un profundo movimiento espiritual, capaz de expresar con un acto perfecto la íntima disposición a lo sublime.
El bonsai, ya sea un bosquecillo o un árbol solitario, debe evocar en el observador la imagen de árbol en su ambiente natural. El fin último de este arte es dar testimonio de la lenta transformación de la naturaleza, sugiriendo un sentimiento de paz interior, de calma y sencillez.
Entre el aficionado a los bonsai y sus plantas se establecen una serie de lazos profundos. Sin embargo, crear un bonsai no significa únicamente cultivar una planta en una maceta, sino, a la vez, cultivar su propio espíritu.
A diferencia de lo que sucede en cualquier otra forma artística, el placer no reside en completar la obra, sino en crearla. Y aunque nadie piense en convertirse en un artista, es evidente que en el caso de los ejemplares de mejor calidad, cargados de historia y de años, presentes en las colecciones privadas y públicas, esta meta ha sido alcanzada. A estos ejemplares cabe aplicarles el calificativo de esculturas vivientes.

MI VIAJE COMENZO

Un proverbio chino y que me justa mucho dice; El viaje más largo comienza con el primer paso.
Mi primer paso comenzó cuando era un niño, y a mis manos llego un artículo sobre “EL BONSAI” el cual me cautivó mucho. Tanto doblar el artículo que se rompió, hasta perderse en el tiempo.
En el año 2000 (específicamente el 23 de Abril) di mi segundo paso, realizando mi primer bonsai. Actualmente tiene 7 años y 6 meses, es un Pino macrocar (ciprés macrocarpa) aproximadamente mide 36 cm. de alto, lo considero un Estilo Shakan (inclinado).
A continuación mostrare mi primer Bonsai, el cual a participado de exposiciones realizadas en la ciudad de La Serena, gracia a las invitaciones del Club de Jardines y Flores de La Serena, y mi primera exposición en Santiago.
Siempre cuando compro un árbol para hacerlo bonsai, le saco una fotografía antes de hacerlo.


Con fecha 23 de Abril del 2000 le realicé los tratamientos para hacerlo bonsai, poda de raíces y poda aérea. Quedando de esta forma y en esta maceta ovalada de 19 x 11 x 6 cm.


Realmente no me acuerdo la fecha exacta cuando hice el transplante a esta maceta de piedra caliza, creo que fue a principios del 2001, la maceta mide 23 x 13 x 9 cm medidas exteriores, he interiores 18 x 9 x 4 cm. Quedando de esta forma.












La Serena 20 de Julio del 2001, en la Plaza Gabriel González Videla se realizo una exposición de las actividades que se hacia en la casa de la Cultura de La Serena, al lado esta un Pino Azul.








Con fecha 9 Septiembre del 2006 lo transplante a esta maceta con el sustrato Akadama, que dando de esta forma.












La fotografía corresponde a la exposición en Santiago 2 y 3 de Noviembre del 2006.










En la exposición Primavera 2006 organizada por Vivebonsai, conocí al maestro Pedro Morales de Puerto Rico.











En esta fotografía estoy junto a Rafael Rebollo de Vivebonsai y del maestro Pedro Morales de Puerto Rico.































lunes, 24 de septiembre de 2007

EL VIAJE MAS LARGO….

Dice un antiguo proverbio Chino que “el viaje más largo comienza con el primer paso.” Si quiere conseguir un bello ejemplar de bonsái, prepárese para un largo viaje.
Aunque de origen chino, este arte de cultivar árboles se ha desarrollado y difundido particularmente en Japón donde ya en el siglo XIII era ampliamente practicado y todavía en la actualidad en un fenómeno cultural importante de un gran nivel artístico, como consecuencia del taoísmo.
Los seguidores de esta religión creían que los fenómenos naturales, como por ejemplo las montañas, los árboles, las piedras, estaban cargadas de poderes, y que los ejemplares diminutos los poseían de forma concentrada. También pensaban que una forma retorcida y nudosa representaba los cuerpos de los que habitaban el mundo de los espíritus, en el cual habían alcanzado una edad avanzada.
A partir de estas creencias ha surgido una forma de horticultura: el Bonsái.
El nombre “Bonsái” se creó mucho después, a partir de dos palabras de origen Japonés que se pronuncian Bon, significa bandeja o recipiente chato y Sai, planta o plantación. En realidad, no hay una traducción exacta al español, pero para definirlo lo más certeramente posible sería “Un árbol o arbusto con un tratamiento especial, podado de tal manera que se asemeje a un árbol de tamaño natural y cultivado en un recipiente pequeño.
Lo que se busca con esta técnica es dar un efecto artístico, manteniendo siempre su estilo original y que a su vez, dé la impresión de formar parte de la naturaleza.
Porque la meta de este trabajo es lograr recrear la naturaleza idealizada.
Los primeros bonsái fueron árboles enanos por naturaleza que crecían en las montañas y que se recogían cuando ya eran viejos.
El bonsái adquiere nobleza, pero no es sólo este factor quien lo revaloriza, la calidad se alcanza cuando a la edad avanzada se une un aspecto atrayente y la forma en que por si solo evoca todo un paisaje, contenido en un medio adaptado al contacto directo con nosotros.
Al cultivo del bonsái se le atribuye transmitir paz interior, tranquilidad, afecto hacia la humanidad y la posibilidad de unir a las distintas generaciones en torno a su cuidado. Su trasfondo, más allá del objeto mismo, es el gusto por lo refinado en la simplicidad, la comunicación con la naturaleza, la fuerza interior de las plantas que son fuentes inspiradoras para el hombre, él poder meditar con molestia frente a la grandeza de los acondicionamientos naturales y el placer de poder, cuidar cosas que el tiempo y el hombre han transformado con el auxilio de la divinidad.
Para los más novatos bastarán una dosis de aplicación y paciencia en el desempeño de pequeños trabajos que tomarán poco tiempo y sí mucha satisfacción.
Hay que insistir en este punto; un buen bonsái no puede ser desproporcionado en su tronco en relación con sus ramas, por lo tanto lo más importante es aprender a podar, ramas y raíces.

CUADO NACE KOKOROBONSAI


Mi idea es de dar a conocer el arte del bonsai desde el año 2001, a parte de participar de exposiciones que nos invita el Club de Jardines y Flores de la ciudad de La Serena.
Mi idea es hacer una página web, pero mis amigos , mis hermanos y cuñadas me recomendaron hacer un blog por el momento, entre mis amigos está Rafael Rebollo de Vivebonsai. En la ciudad de La Serena hay un parque Japonés el cual se llama “Jardín del Corazón”.
Buscando un nombre que me identificase, barajaba barias opciones. Estando en el parque Japonés se alumbro mi camino y el nombre que me representase a nivel regional como a nivel nacional, y es así como nace KokoroBonsai.
La palabra Kokoro significa “CORAZON”, por ende la palabra KokoroBonsai se podría definir como “El Corazón del Bonsai” El Milenario Arte de la Naturaleza.
Esperando que mi granito de arena por medio de este blog sea de ayudad a las personas que recién comienza su largo viaje en el canino del BONSAI.
Saludos y bienvenido a KokoroBonsai.