La edad no es lo único importante en un bonsai. Lo que realmente lo revaloriza es su forma, fruto de una realización artística. La sencillez y claridad en su definición son las virtudes más importantes.
Las formas que aparecen en los bonsai no deben ser meros caprichos del autor, sino que han de responder a un estudio concienzudo de la relación tamaño- forma.
Detrás de esas figuras más o menos naturales se encierran el espíritu del arte y la filosofía japonesa. La experiencia y la observación de la naturaleza, junto con la paciencia, son lazos muy importantes a la hora de plasmar la obra de arte en el bonsai. En los bonsai no existe manipulación genética, sino simplemente un modelo lento y consciente en manos del hombre.
jueves, 27 de septiembre de 2007
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1 comentario:
Es esa la forma de definir lo que hacemos. Buena síntesis del trabajo del bonsaista y la comunión con el árbol.
Saludos
Rafa
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