sábado, 13 de octubre de 2007

UNA NUEVA PALABRA

Alrededor de 1960 comenzó a oírse en todo el mundo una nueva palabra: Bonsai.
En esta época pocos aficionados la conocían de primera mano y tales plantas recibían el nombre de plantas enanas, plantas de macetero o plantas en miniatura. Con ocasión de la Exposición Universal de Osaka (1970) se preparó una exhibición excepcional; pienso que ésta fue la circunstancia que dio a conocer los bonsai, no sólo a los visitantes extranjeros, sino a todo el mundo. Durante la exposición como después, se plantearon preguntas: ¿cómo puede definirse un bonsai?, ¿cuál es la diferencia existente en un bonsai y un Hachiuye, planta en maceta? La respuesta no es fácil. Suele darse la siguiente definición: el bonsai es una planta viva colocada en un macetero, sobre una roca o sobre otra planta, donde puede vivir de forma semipermanente. No presenta sólo la belleza natural de la planta en cuestión, sino que su aspecto recuerda algo más: puede tratarse de una escena, de un bosque o de una parte de éste, de un majestuoso árbol solitario, un paisaje marino o un lago, un río, un riachuelo o un estanque. Es probable que su contemplación encienda en nuestra imaginación la visión de un viento que pasa entre las ramas y que hace susurrar las hojas.
En Japón, el significado del bonsai es recrear una escena natural en una maceta, utilizando para ello las plantas como materia prima. En cambio, al contemplar un Hachiuye únicamente se ve la “gracia de la planta o de sus flores”; no comunican, por tanto, ninguna otra sensación. Ahora bien, es posible transformar el Hachiuye en bonsai utilizando para ello lo que llamamos “técnicas bonsai”. Con las técnicas del Yose-ue (bosquecillo con más de 9 árboles) o con las del Ne-Tsuranari (troncos separados a partir de una misma raíz) es posible lograr que la escena representada en el macetero recuerde un bosque o una parte de él. El estilo Shakkan (tronco inclinado) hará percibir el viento que sopla entre las ramas, mientras que en el estilo Kengai (árbol de cascada) traerá a la imaginación el inaccesible pico de una montaña.
Otra pregunta: ¿debe añadirse plantas herbáceos u otros materiales a un bonsai? Existen muchos aficionados que piensan que las plantas herbáceas, musgo o piedras son un complemento indispensable para un bonsai. Puesto que estos elementos complementarios sirven para resaltar determinados aspectos de la planta, estamos en cierto modo de acuerdo con esta definición, aunque ello no significa que cualquier planta herbecerá se puede utilizar para esta finalidad; es indudable que algunas presentan las características apropiadas y que ocasionalmente puede emplearse para complementar la belleza de un bonsai. Se trata de determinar especies de plantas o de musgo que pueden recordar un prado herbácero y piedras o rocas que evocan la imagen de una cascada o de un riachuelo. Llevando este razonamiento al límite, se pueden utilizar como bonsai incluso jacintos o tulipanes.

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